Desde donde yo estaba, veía a Fran.
Hábil, práctico, curioso; destejía cables; unía piezas imprescindibles. Creaba.
Yo buscaba con sigilo una manera, como si con un susurro lograrar cambiar el aire, y así distraerlo de su hechizo de niñez; para que me mire con su cara preciosa.
Y quedarme muda por ser sorprendida, al fin bajar la guardia y sonreírle; y de algún modo, de algún modo, comunicarle algo del inmenso amor que siento por él.
Fran, Francis, Francin.
Francito, calor de mi vida.
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ResponderEliminarentre tanto desorden hay tanto tanto amor, que se huele
ResponderEliminarHey no es del dia que nos encontramos de todo en la calle cuando fuimos a comprar facturas?, anyway, buena semana Pochita!
ResponderEliminarHermosa Juli! En tus fotos se siente el amor con el que retratas cada cosa!
ResponderEliminarHermosa entrada Juli. Está llena de ustedes dos!
ResponderEliminarPuta que lo pario!
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