No me sale escribir demasiado.
Como después de un sueño profundo, siento la boca dormida.
Como si el cielo apareciera más inascible que otras veces, y con mil palabras que me encantaría decir y no puedo.
Dejo entonces una canción y una cita preciosa, que alguna vez fue un regalo.
" - Y, sin embargo, continúo lord Henry con su voz suave y musical, y con el peculiar movimiento de la mano que le era tan característico, y que ya lo distinguía incluso en los días de Eton-, creo que si un hombre viviera su vida de manera total y completa, si diera forma a todo sentimiento, expresión a todo pensamiento, realidad a todo sueño..., creo que el mundo recibiría tal empujón de alegría que olvidaríamos todas las enfermedades del medievalismo y regresaríamos al ideal heleno. Pero hasta el más valiente de nosotros tiene miedo de sí mismo. La mutilación del salvaje encuentra su trágica supervivencia en la autorrenuncia que desfigura nuestra vida. Se nos castiga por nuestras negativas. Todos los impulsos que nos esforzamos por estrangular se multiplican en la mente y nos envenenan. Que el cuerpo peque una vez y se habrá liberado de su pecado, porque la acción es un modo de purificación. Después no queda nada, excepto el recuerdo de un placer o la voluptuocidad de un remordimiento. La única manera de liberarse de la tentación es ceder ante ella."
El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde